sábado, 29 de junio de 2013

DIARIO DE VIAJE: ¡Hola Perú! y visita a los Uros


Llegamos, cruzando la frontera por Puno. En teoría es la forma más segura de llegar a éste país viniendo de Bolivia. La otra opción que hay es Juliaca, pero nos recomendaron no hacerlo, ya que es muy peligroso.



Nuestra primera parada fue en el mismo Puno para ver las islas flotantes de los Uros. Es una curiosa comunidad que reside en el mismo Lago Titicaca pero en el lado peruano. Ellos, aunque un poco para el turista, siguen viviendo como vivían sus antepasados, es decir, en unas islas artificiales elaboradas por ellos mismos a base de la totora, una planta que le sirve de todo a esta gente. Tejen las raíces de la planta hasta formar una plataforma que queda flotando sobre el lago a modo de piso y usan la misma totora seca como base para el suelo. También con ella hacen las casas, embarcaciones e incluso la comen, come se ve en la foto. Los Uros han mejorado mucho su calidad de vida en los últimos años, el gobierno les ha proveído de paneles solares para generar energía y así tener luz y agua caliente, claro está que este dinero que el gobierno invierte en estas comunidades viene principalmente del turismo. Ahora, algunas de estas familias pueden permitirse incluso que sus hijos vayan a Puno a estudiar en la universidad, así que cuando los turistas vamos a las islas son realmente amables y acogedores.



simulacro de cómo construyen las islas


Ellos mismos dicen que provienen de la Polinesia, de ahí les viene la capacidad de vivir sobre el agua. Esta misma valía es la que les sirvió para sobrevivir a la colonización de los españoles, ya que escapaban de esas islas y se iban a otras.

embarcación de los Uros


Nosotros nos decidimos por la opción de visita de mediodía, 15 soles para ver cómo viven los Uros, que a los 40 años deben tener todas las articulaciones hechas caldo por culpa de la humedad. Hay otra opción que es ir a pasar la noche a casa de una de estas familias, pero no nos apetecía ni pasar frío ni quedarnos más de un día en Puno.



aquí te puedes quedar a pasar la noche
La parte divertida del viaje fue que a la vuelta, la embarcación que nos tenía que devolver a tierra firme se quedó sin gasolina a 50 metros del puerto y tuvimos que esperar a que el oleaje nos llevara hasta la orilla.

A la mañana siguiente seguimos aprovechando nuestra tarjeta Inti Card y fuimos a un dentista que por 35€ te hacía una limpieza bucal y un blanqueamiento láser, los resultados estupendos aunque tuvimos que espera más de una hora porque se fue la luz de la ciudad.



A media tarde ya estábamos montados en el bus camino a Arequipa, nuestro siguiente destino. Pero antes de llegar a la ciudad tuvimos otra aventura, en esta ocasión fue el bus que a falta de 40 minutos de llegar a destino se quedó sin combustible. Esta vez fue peor, ya que los residuos se quedaron en el motor y, aunque llenaron el tanque, el bus no tiraba. Ya pensábamos que nos tocaría otra noche perdidos en medio de la nada. Al final, como última opción, todos los hombres bajamos del bus a empujar ya que estábamos en medio de una bajada, y por fin el motor empezó a funcionar. Lo divertido fue ver como más de 20 hombres corrían detrás del bus para subirse porque esté ya no paró hasta llegar a Arequipa

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